Cómo evitar que las emociones perjudiquen nuestras inversiones

Rubén Colomer, 10 octubre 2021

Como ya sabrás, hay dos tendencias muy marcadas a la hora de gestionar nuestra cartera. Mientras que unos adoptan una estrategia más pasiva (comprar y mantener), otros prefieren operar en el mercado de una manera más activa (operar en las subidas y bajadas del mercado).

En este artículo vamos a hablar de algunos puntos a tener en cuenta a la hora de navegar por las cambiantes mareas de los mercados financieros. Es importante saber gestionar los impulsos de compra y venta emocionales que pueden surgir al seguir las subidas y bajadas del mercado. De hecho, los inversores parecen tener la costumbre de invertir en los máximos del mercado y de vender en los mínimos (el típico buy high sell low), ya que no es raro dejarse llevar por el bombo y platillo de los medios de comunicación o por el miedo, comprando inversiones en los picos y vendiendo en los valles del ciclo.

¿Cómo pueden los inversores sortear la volatilidad de los mercados y, al mismo tiempo, mantener la estabilidad y la diversificación de la cartera para obtener los mejores rendimientos generales en todo tipo de entornos de mercado? La clave está en comprender las motivaciones que subyacen a la inversión emocional y evitar las trampas de inversión, tanto eufóricas como depresivas, que pueden conducir a una mala toma de decisiones.

Comportamiento del inversor

El comportamiento del inversor ha sido objeto de muchos estudios y numerosas teorías intentan explicar el arrepentimiento o la reacción exagerada que los compradores y vendedores suelen experimentar cuando se trata de dinero. La realidad es que la psique del inversor puede sobrepasar el pensamiento racional en momentos de estrés, tanto si ese estrés es resultado de la euforia como del pánico. Adoptar un enfoque racional y realista a la hora de invertir -durante lo que parece ser un plazo corto para capitalizar la euforia o los temores del mercado- es esencial.

El inversor no profesional suele poner el dinero que tanto le ha costado ganar en inversiones con el fin de obtener una rentabilidad. Sin embargo, a veces ven cómo sus inversiones pierden valor debido a la evolución del mercado. Las pérdidas pueden causar estrés y dudas. Es decir, muchos inversores tienen una tolerancia al riesgo relativamente baja a la hora de invertir porque perder dinero es doloroso.

Sin embargo, el riesgo puede considerarse como un punto de referencia para la inversión y el comportamiento del inversor. Los inversores que se adentran en las inversiones con un nivel básico de comprensión de los riesgos implicados pueden mitigar gran parte de la emoción asociada a la inversión. En otras palabras, los retos debidos a la inversión emocional pueden surgir cuando los inversores ven riesgos no identificados o más elevados de lo que habían comprobado en un principio.

Mercados alcistas y bajistas

Los mercados alcistas son periodos en los que los mercados suben implacablemente y, a veces, de forma indiscriminada. Cuando los mercados alcistas arrecian y el sentimiento de los inversores se convierte en una exuberancia generalizada, los inversores pueden ver oportunidades de mercado o enterarse de las inversiones a través de otras personas -como noticias, amigos, compañeros de trabajo o familiares-, lo que puede obligarles a probar nuevas aguas. La exuberancia podría llevar al inversor a intentar obtener ganancias de las inversiones que están surgiendo debido a las condiciones alcistas del mercado.

Del mismo modo, cuando los inversores leen historias sobre una mala economía o escuchan informes sobre un periodo de mercado volátil o negativo, el miedo por sus inversiones puede alimentar la venta. Los mercados bajistas siempre acechan a la vuelta de la esquina y conllevan muchas advertencias propias que puede ser importante que los inversores sigan y comprendan. En contraste con un mercado alcista, a veces los mercados financieros pueden tener una tendencia a la baja durante muchos meses o incluso años.

A menudo, los mercados bajistas evolucionan a partir de un entorno de subida de los tipos de interés que puede estimular la negociación de riesgo y la transición de inversiones más arriesgadas, como las acciones, a productos de ahorro de bajo riesgo. Los mercados bajistas pueden ser difíciles de manejar cuando los inversores ven que sus participaciones pierden valor mientras que los refugios seguros se vuelven más atractivos debido a sus rendimientos crecientes. En estos momentos, puede ser difícil elegir entre comprar acciones en los mínimos del mercado o comprar en efectivo y productos que devengan intereses.

Perseguir el mercado

La inversión emocional suele ser un ejercicio de mala sincronización con el mercado. Seguir los medios de comunicación puede ser una buena forma de detectar cuándo evolucionan los mercados alcistas o bajistas, ya que los informes bursátiles diarios se nutren de la actividad que se produce a lo largo del día, lo que a veces puede crear un revuelo entre los inversores. Sin embargo, los informes de los medios de comunicación también pueden estar desfasados, ser efímeros o incluso no tener sentido y basarse en rumores.

A fin de cuentas, los inversores individuales son responsables de sus propias decisiones comerciales y, por tanto, deben ser cautelosos a la hora de buscar oportunidades de mercado basadas en los últimos titulares. Utilizar un pensamiento racional para entender cuándo una inversión puede estar en un ciclo de desarrollo es la clave para evaluar las oportunidades interesantes y resistirse a las malas ideas de inversión.

Reaccionar a las últimas noticias de última hora es probablemente una señal de que las decisiones están siendo impulsadas por la emoción y no por el pensamiento racional.

Teoría de la prueba del tiempo

La noción de que muchos participantes en el mercado compran en la parte superior y venden en la parte inferior ha sido probada por el análisis histórico del flujo de dinero. El análisis del flujo monetario examina el flujo neto de fondos de los fondos de inversión y suele mostrar que, cuando los mercados alcanzan picos o valles, las compras o las ventas son máximas.

Las anomalías del mercado, como una crisis, pueden ser períodos de tiempo útiles para la observación. Durante la crisis financiera de 2007-2008, los inversores retiraron dinero del mercado y los flujos de dinero hacia los fondos de inversión se volvieron negativos. Las salidas netas de fondos alcanzaron su punto máximo en el fondo del mercado y, como es típico de los fondos del mercado, las ventas crearon inversiones excesivamente descontadas, lo que finalmente constituyó la base para un punto de inflexión y el siguiente ascenso del mercado.

Estrategias para eliminar la emoción de la inversión

Dos de los enfoques más populares de la inversión -el promedio del coste en dólares y la diversificación- pueden eliminar algunas de las conjeturas de las decisiones de inversión y reducir el riesgo de una mala sincronización debido a la inversión emocional. Uno de los más eficaces es el promediado del coste en dólares de las inversiones.

DCA

El promedio del coste en dólares o DCA es una estrategia en la que se invierten cantidades iguales en un intervalo regular y predeterminado. Por ejemplo, todos los viernes a las 14h nos gastamos 200 euros en comprar determinados activos.

Esta estrategia puede aplicarse en cualquier condición de mercado. En un mercado con tendencia a la baja, los inversores compran acciones a precios cada vez más bajos. Durante una tendencia alcista, las acciones que se mantienen en la cartera producen plusvalías y, dado que la inversión es una cantidad fija, se compran menos acciones cuando el precio de la acción es más alto.

La clave de la estrategia de promediación del coste en dólares es mantener el rumbo. Establezca la estrategia y no la altere a menos que un cambio importante justifique la revisión y el reequilibrio del rumbo establecido.

Diversificación

La diversificación, que es el proceso de comprar una serie de inversiones en lugar de uno o dos valores, también puede ayudar a disminuir la respuesta emocional a la volatilidad del mercado. Al fin y al cabo, sólo hay un puñado de veces en la historia en las que todos los mercados se han movido al unísono y la diversificación ofrecía poca protección. En los ciclos normales del mercado, el uso de una estrategia de diversificación proporciona un elemento de protección porque las pérdidas en algunas inversiones se compensan con las ganancias en otras.

La diversificación de una cartera puede adoptar muchas formas, como la inversión en diferentes sectores, diferentes zonas geográficas, diferentes tipos de inversiones e incluso la cobertura con inversiones alternativas como los bienes inmuebles y el capital privado. Hay condiciones de mercado distintas que favorecen a cada uno de estos grupos de inversión, por lo que una cartera compuesta por todos estos tipos de inversiones debería proporcionar protección en una serie de condiciones de mercado.

Estrategias para eliminar la emoción de la inversión

  • Invertir basándose en la emoción (codicia o miedo) o persiguiendo el mercado es la principal razón por la que tanta gente compra en los máximos del mercado y vende en los mínimos.
  • Subestimar los riesgos asociados a las inversiones es una de las razones por las que los inversores toman a veces decisiones poco óptimas basadas en la emoción.
  • Durante los periodos de volatilidad del mercado y de subida de los tipos de interés, los inversores suelen desplazar sus fondos de las acciones más arriesgadas a los valores con tipos de interés más bajos.
  • El promediado del coste del dólar y la diversificación son dos enfoques que los inversores pueden aplicar para tomar decisiones coherentes que no se dejen llevar por la emoción.
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