¿Qué es Radix (XRD)?

Tomás de Jesús, 16 febrero 2022

La plataforma Radix busca ser una alternativa a las redes de blockchain, a pesar de estar en versión alpha. Y es que el proyecto nace con la idea de arreglar los diferentes problemas que se encuentran en las cadenas de blockchain a la par que ofrece la oportunidad de crear una plataforma propia de exchange.

La tecnología, la competitividad y las ganas de hacer las transacciones financieras mucho más cómodas hace que nazca el protocolo de Radix. Así que esta es una buena oportunidad tanto de conocer en profundidad este proyecto como saber si vale la pena invertir en él.

Historia de Radix (XRD)

Radix es una plataforma virtual de finanzas descentralizadas que surgió en el año 2013. Su fundador, Dan Hughes, creó un diseño inicial que ya aportaba velocidad, escalabilidad y seguridad, y que ha ido mejorando a medida que se le han implementado mejoras y actualizaciones.

El nombre de Radix proviene de la palabra raíz. La idea asociada es que la raíz es la base de todos los números, en especial de los números únicos. Y, comparativamente, Radix ofrece una base esencial para que todos los usuarios y participantes de este proyecto puedan crear sus aplicaciones descentralizadas.

Los valores que se basa el proyecto de Radix es solucionar los principales problemas que se encuentran en la mayoría de redes descentralizadas: reducir la dificultad para acceder a este ecosistema virtual, ofrecer una liquidez optimizada e impulsar la creación de activos y productos por parte de sus usuarios.

Funcionamiento de Radix (XRD)

Radix está creado basándose en la tecnología DLY, o libro contable distributivo, co un funcionamiento similar a las blockchain aunque con diferencias. Junto a esta arquitectura y la estructura del modelo Atom, Radix es una de las alternativas más rápidas, seguras, eficientes y escalables de la actualidad.

En lo que respecta a defensa ante actividades y ataques maliciosos, el proyecto Radix cuenta con el protocolo de tolerancia a fallas bizantinas asíncronas para evitar los ataques de 51%, además de un detector de fallas bizantinas asíncronas. Te sonará a chino, lo que significa que es igual de difícil de hackear Radix como de aprender el idioma tres delicias.

También cuenta con el algoritmo llamado “Tempo”, que consigue construir una arquitectura de datos veloz y eficiente. Para ello, la estructura de datos se fragmenta y escala de forma lineal, permitiendo acceder a los datos de forma simultánea sin tener que indexar tras la introducción de muchos datos. Lo dicho: veloz y eficiente.

Una de las características más interesantes del proyecto Radix es su facilidad de uso. Y es que permite crear aplicaciones con enorme sencillez. Los programadores pueden desarrollar apps con cualquier tipo de lenguaje computacional. Si a eso se le suma que los nodos de Radix no calculan las transiciones de estado, sino que las validan, ofrece una implementación apta para todo el mundo.

XRD, el token del proyecto Radix

La moneda virtual que utiliza Radix se llama XRD. Los desarrolladores han apostado por una moneda estable y de poca volatilidad. Al tener un suministro flexible, los precios se autorregulan y evita que los precios se manipulen para aumentar o reducir el precio.

El suministro máximo de XRD está en 24 mil millones de tokens, encontrando en la actualidad un suministro circulante de unos 9,7 mil millones de un suministro total de unos 12 millones. El mínimo histórico fue de 0,08$, llegando a un máximo histórico de 0,64$.

Para obtener tokens de Radix los usuarios pueden ejecutar nodos que trabajan para el proyecto o mantener tokens en sus carteras virtuales. También se pueden conseguir a través de los intercambios descentralizados.

¿Vale la pena invertir en Radix (XRD)?

Radix recoge la idea original de lo que debería haber sido Bitcoin y otras monedas para hacerlo realidad: un sistema descentralizado con garantías de ser rápido, seguro, altamente descentralizado y con una criptomoneda que demuestre ser realmente funcional.

El proyecto ofrece grandes facilidades y herramientas para aquellas empresas que quieran almacenar datos a través de él, como son las funciones API, una biblioteca de clientes y carteras de código abierto. Sumado a que no se basa en cadenas de blockchain, se trata de una apuesta realmente innovadora.

La criptomoneda asociada a este proyecto descentralizado ha demostrado tener una interesante curva ascendente en valor. Al estar Redix respaldado por un equipo de desarrollo que va implementando mejoras, es una buena opción apostar en ella de cara a futuro a medio plazo.

En definitiva, Radix es una alternativa que a pesar de no ser tan conocida como algunas de las blockchains más destacables, sí que ofrece opciones para convertirse en una herramienta de finanzas descentralizadas más interesante. Y para los que buscan sacar valor a sus criptomonedas, es probable que puedan rascar un buen piquito si la cojen a tiempo.

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